Desde 1974 existe en Chile un mecanismo de incentivo a la forestación mediante bonificación de más del 75% de los costos de forestar con cualquier especie. Este mecanismo jugó, años atrás, muy en contra de los bosques nativos, que fueron masivamente sustituidos por plantaciones a gran escala de especies como pinos y eucaliptos. Este Decreto Ley fue sucesivamente modificado con la finalidad de beneficiar principalmente a pequeños y medianos productores, pero no se obtuvo los resultados esperados. Es más, actualmente constatamos que sólo 3 grandes grupos económicos han sido los grandes beneficiados, quienes se integraron verticalmente al mercado y hoy concentran las ganancias del sector forestal industrial. Además de esto, existen fuertes impactos sociales, culturales y ambientales asociados.
El actual gobierno desea extender este mecanismo de bonificaciones (con algunas modificaciones) por 20 años más, sin una adecuada evaluación y formulación.
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